miércoles, 16 de diciembre de 2009

De blanco las patúas…

El otro día vi a una flacuchenta desteñida con unos pantalones blancos a la moda. Estilo “pitillo”, de esos que te hacen ver como un embudo, con las cañuelas bien flacas. Obviamente la tipa era pelolise, alta y raquítica. Yo iba cruzando la calle Alcántara -casi me apuné- y no me pude aguantar de mirarle el poto.

Las minas siempre miramos el poto de las más regias. ¿O seré yo no más? Tal vez porque no tengo un culito bien parado… porque de fleta, nada, que quede claro. Es envidia pura. La cosa es que la mina andaba con todo el poto sucio y sus pantalones blancos estaban trajinados y gastados.

No entiendo cómo cresta las minas no cachan que el blanco es mala idea. Te sentai en el paradero en la mañana y ya cagaron tus pantaloncitos blancos. En la pega te ensucias con tinta de lápiz. A la hora de colación se te cae el ketchup del completo, te chorrean con bebida de colores tóxicos o con cafecito a la hora del break. Y ni hablar de los cabros chicos. Si tení hijos estai cagá. Aún más. Con hijos hay que olvidarse del blanco. Te vomitan encima toda la papilla y hasta ahí no más llegaste. ¡Ah! Y se me olvidaba la ganadora del premio a la estupidez: la que anda “en esos días” (que siútico suena eso!) y se viste con pantalones blancos. Un aplauso para la tarada.

La verdad es que odio a las minas con pantalones blancos. Las detesto. Porque es imposible andar impecable todo el día. Y las que pueden hacerlo, son las que andan en su cuatro por cuatro (no en cuatro, no confundir), hablando por su i-phone, haciendo su recorrido diario, pulcro y seguro: de la casita al auto, del auto a la oficina, de la oficina al happy hour en un bar –que rota, se dice pub- y del pub a la casita. Ni tienen contacto con sus hijos porque pa eso está la nana. Y si toman un cafecito lo hacen en el Starbucks, donde te los entregan bien tapaditos, sin el chorreo clásico ni el palito de helao pa revolver. Así sí po. Podí ocupar pantalón blanco y ser una princesa intocable.

Pa las demás minas del montón, una dulce sugerencia: se ven feas, gordas y sucias con pantalón blanco. No traten de ser minas top porque se nota cuando es mula. Amigas, estamos en Santiasco y no somos la Paris Hilton.
No les queda otra que vestirse de negro, café o gris, pa que las charchas de más pasen piola. Y las quiero felices por la vida, que pa ser lindas no hay que usar pantalones blancos, hay que saber pensar.

2 comentarios:

Amanda R. dijo...

wuajwuawj lo ame
yo tambien le miro el poto a las minas, una vez lo semi conversamos jajaja

ta bueno el final tb, me gustan los punchline de ese tipo

nos vemos!

Mathilde dijo...

seeeeee todas miramos..y seeeeee es pura envidia...malditas regias, les queda todo tan bien y una tiene q ser consciente de cada centimetro de su cuerpo para slair bien en la foto....

pero bueno.... nos consolamos pensando que son tontas, que no comen chocolates ni helados triples con crema....
lo triste es que sí lo hacen. Lo patético: varias lo vomitan después.

saludos