domingo, 4 de noviembre de 2007

Vichuquén



Cuando llegamos, cansados después de un largo día de viaje, nunca imaginamos que la fuerza del lugar era tan potente.


De noche, y sin poder admirar bien lo que estaba en sombras a nuestro alrededor, sólo la fuerza del aire puro susurrando cantos verdes al oído nos señaló lo que bajo un nuevo día veríamos al despertar.


Fuimos recibidos con sonrisas de tierra, con palabras limpias de quienes comparten la simpleza de un momento en aquel lugar.


La noche pasó entre bailes y brindis por la vida y la suerte, celebrando el regalo mutuo de estar ahí, contigo, entre nosotros, con todos.


Al momento de acostarse las sábanas pueden hablar por mí. Son testigos de que no existe nada más poderoso que el amor infinito de dos almas gemelas disfrutando un placer compartido, la alegría de conocer/nos, la emoción de estar juntos, en ese preciso instante, en ese mágico lugar.


El sol nos regaló un nuevo día y el canto del gallo, insistiendo desde un lugar absoluto, nos indicó que debíamos abrir los ojos para ver lo que a siempre está oculto por el smog citadino.


Los caminos de tierra empolvaban nuestro andar y sin embargo volábamos entre casas construidas al azar, entre sonrisas desinteresadas, entre el zumbido de una abeja, el susurro de un estero…


Nos regalaron experiencias que sin ningún tapujo se nos fueron confiadas. Hablamos de lo que el ser humano busca pero no encuentra. Hablamos también de aquel encuentro que sí es posible lograr. Entre tallarines con crema y sonrisas sinceras nos dejamos llevar por el azul de ese cielo. Disfrutamos de lo que pasaba ahí, en ese momento, sin pensar en el porqué de las cosas, sin conocer el mañana, sin interesarnos en lo que vendrá.


La noche calló sobre nosotros y miles de sus ojos brillantes iluminaron nuestro andar. El día acababa, pero para nosotros, un nuevo comienzo parecía despertar.


Tú y la noche me abrazaron en un sueño eterno, del que sigo sin despertar.


Ya abiertos a un nuevo día, el vaivén de aquellas aguas nos llamó a contemplar la vida desde las tablas tibias de su muelle. El calor nos abrazó, las nubes fueron testigos de nuestro amor fugaz y eterno. Sin minutos, sin lugar. Un ahora.


Diez kilómetros y un almuerzo amigo. Dos horas después seguíamos en lo mismo y sin embargo todo continuaba siendo nuevo. Y estábamos juntos, regalándonos nuestro estrepitoso silencio, el aquí.


La noche volvió a regalarnos más vida. Una brisa helada acompañó nuestro andar, buscando el calor de la verdad de cada uno de nosotros, de ellos. Y fue el calor de las brasas ardiendo el que nos unió en un espacio, conteniendo todas las palabras de agradecimiento que un alma en paz puede ofrecer. Y eso hicimos.


Nos fuimos al día siguiente dando las gracias a ese dios que no existe, por el instante en que nos encontramos juntos, en ese lugar, en ese momento. En esos días que no son horas sumadas, sino que sonrisas acumuladas en el corazón.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me haces tan feliz, que si muero en este momento de forma espontanea, me gustaria transformarme en aire de este mundo, que viaja por el viento, para que todos sientan en su piel y rostro el candor de mi alegria

Javier Canales dijo...

"sólo una cosa...cómo puedes seguir siendo católico!? si son ellos los que postulan que la pildora -y los anticonceptivos- son abortivos y sin embargo no hacen nada por terminar con la pobreza de miles de cabros chicos que andan a pata pelá por las poblaciones, mientras curitas y monjitas tienen wenas casas, calor en el invierno, comida y techo....puaj!!"

el católicismo no es eso. curas y monjas se llenan la boca con Dios y con la Iglesia, predicando boludeces conservadoras del siglo pasado y condenando a todo aquel que no piensa como ellos, y que en realidad no hacen nada útil. es por culpa de estos personajes hipócritas y doble estandar que la gente se ha ido alejando de la religión.

la religión es mucho más que esos curas que viven encerrados en su burbuja... es basicamente lo que dijo Jesus, amar y ayudar al prójimo, especialmente a los más necesitados, tal cual como lo han hecho al pie de la letra Alberto Hurtado, Raul Silva Henriquez y tantos otros.

bueno, tampoco es mi intención llenar tu blog con mensajes religiosos, así que cuando quieras podemos seguir hablando xD

besos, nos vemos!